¿Eres de las personas que cierra una sesión diciendo…
“¿No sé si hay alguna pregunta?”
En mi experiencia, y ojo que yo también he sido de esos, la mayoría de veces, esto sigue a un silencio sepulcral.
Si tienen una duda ya la preguntarán y si no, te animo a que incites a la acción y la reflexión para el cierre del taller.
¿Cómo se te ocurre que podrías hacerlo sustituyéndolo por una pregunta mejor?
¿Qué te parecen estas alternativas?
- ¿Cómo resumirías la formación en 1 palabra?
- ¿Qué es lo primero que va a hacer, que no puedas aplicar esto?
- ¿Qué le escribirías a tu yo del pasado, para convencerle de que venga a esta formación?
De nuevo, esto muestra la importancia de saber diseñar buenas preguntas para ayudar a inspirar a la gente.
Además de las preguntas de cierre, también hay otras cosas que puedes hacer:
- Uno de los formadores haga de «poli malo». Imagínate que al cierre de un taller, uno de los formadores dice «Todo esto suena muy bien, pero en realidad no me creo nada de lo que has dicho. Y la gente que está aquí escuchando piensa lo mismo y no se atreve a decirlo«. Esta es una práctica que apliqué al cierre de un taller con equipo directivo y la respuesta fue súper positiva.
- Mandarse un correo al su «yo» del futuro. Utilizando la funcionalidad de Outlook de retrasar el envío, les puedes pedir que se escriban un correo a ellos/as mismos/as dentro de una semana o un mes. En este mail pueden incluir un «Recuerda» o lo que creen que debería estar pasando dentro de ese tiempo con lo que han aprendido en el taller.
Esto de hacer una formación o un taller es como una película, el final puede cagarlo, potenciarlo o dejarte indiferente.
Trabajar la sensación y la reflexión del final les ayuda a “digerir” posteriormente el taller. Puede que, si les preguntas en una semana por tu taller, sólo se acuerden de esta parte, ¡aprovéchala!.
Otro ejemplo donde he visto bien trabajado esto del cierre es en el periódico infantil Primicias News, que reciben mis hijas cada mes. Ahí, puedes ver que al terminar el periódico hacen preguntas a los niños para que lo vean como un juego y a lo mejor vuelvan a entrar a los contenidos para repasar.