La potencia de una toma de decisiones distribuida

Esta es una de esas dinámicas que daría para hablar de ella horas con un grupo, pero que con 10 minutos tienes tiempo de dejar una impresión significativa en la gente sobre la importancia de acercar la toma de decisiones, allá donde sucede la acción.

La dinámica es la siguiente:

Paso 1: N personas en una sala o espacio abierto se mueven de manera aleatoria


Paso 2: les piden que paren y se fijen, sin decir nada, en dos personas del grupo. Una vez hayan elegido a esas dos personas, vuelven a ponerse en marcha de manera aleatoria.


Paso 3: se siguen moviendo aleatoriamente, sin perder de vista a sus dos elecciones.


Paso 4:
ahora es cuando realmente empieza el juego. Se vuelven a parar y se les da la instrucción de que deben posicionarse equidistantes de esas dos personas en las que se han fijado. Aquí arranca el aparente caos.


Paso 5: algunos cumplirán la condición rápidamente, pero no durará mucho tiempo


Paso 6: con los movimientos de la gente, se darán cuenta de que el equilibrio que habían alcanzado era muy frágil y tendrán que ir haciendo ajustes sobre la marcha mientras todo el sistema está moviéndose. Esto generará un aparente caos que durará unos minutos. Tened paciencia, porque este sistema llegará a estabilizarse con el tiempo.


Paso 7: al final llega ese momento en el que todas las personas cumplen su condición. Durante la dinámica oyes cosas como que “esto es imposible “ pero si aguantas y confías, al final sí se cumplirá.

Lo realmente interesante y potente, es hacer una segunda parte de este ejercicio.
Esta segunda parte consiste en repetir los primeros pasos, sacando antes a una persona de este sistema, y cuando es el momento de posicionarse equidistante de las personas en que te has fijado, paras a la gente y le pides a la persona que se ha quedado fuera que sea la que posicione a la gente. Puede preguntarles en quién se han fijado, pero las personas no pueden moverse a no ser que sea esta persona quien las mueva.
La gran mayoría de veces que he hecho este ejercicio ha sido un verdadero caos en el que la persona que colocaba ya no tenía claro quién sí y quién no estaba cumpliendo su condición.
Además, si cronometras la primera parte del ejercicio y luego cronometras esta, la primera dura unos pocos minutos y en esta al final acabas parando el reloj y parando el ejercicio por pena de la persona que tiene que colocar.

Esta es una dinámica súper potente, para transmitir la importancia y potencial de:

  • Un mando distribuido
  • La toma de decisiones y acción cercana donde suceden las cosas
  • La ineficacia de una toma de decisiones centralizada
  • La necesidad de que tu gente se involucre, siguiendo unas directrices
  • A qué nos referimos en Management 3.0 con gestionar el sistema y no a las personas
  • Etc.

Por último, me gustaría compartir que, aunque no tiene la misma potencia como dinámica, esto es algo que también he hecho en talleres online, creando una habitación virtual (con herramientas como Miro o MURAL), situando iconos diferentes, que cada persona elija un icono y que empiecen a moverse.