Sé que puede ser un motivo raro de contar por qué me gusta este podcast, pero es porque creo que es un podcast imperfecto.
Escuchando desde los primeros capítulos tengo la sensación que es un podcast que arrancó desde la inexperiencia, que incluso en programa muy avanzados tiene problemas de sonido, que da la impresión que está hecho con materiales de andar por casa y esto, en mi caso, hace que me guste a aún más.
No es un podcast del cual haya escuchado todos sus capítulos, pero sí es un podcast al que vuelvo cuando el cuerpo me pide un sabor diferente de Podcast. De lo que voy a quedarme toda la vida es que con él descubrí el calzado minimalista y que me animó a atreverme a pensar que yo también podía hacer mi propio podcast.
Otra cosa que se repite en este y en muchos otros que escucho, es que Irene entrevista en base a lo que a ella misma le interesa y eso se nota. Y por último también te anima a hacer cambios en tu propia carrera. Hace poco que retomé la escucha y me sorprendió ver cómo su propia carrera había virado del marketing a la comedia.